Cómo mejorar el aislamiento térmico del hogar
- Poliexpan Poliestireno
- 14 abr 2023
- 2 Min. de lectura
Las casas con buen aislamiento térmico pueden ahorrar hasta un 30% de energía, lo que repercute directamente en las facturas de luz y gas que pagamos a fin de mes y en las emisiones de dióxido de carbono al medio ambiente. ¿Qué precauciones debemos tomar para mejorar el rendimiento térmico de nuestro hogar? La capacidad de aislamiento de una casa es la capacidad de retener el calor (en invierno) o el frío (en verano), y básicamente generamos calor a través de sistemas de calefacción y / o refrigeración. Aunque hemos invertido en un buen aire acondicionado o un buen sistema de calefacción, de nada sirve si la casa no está bien aislada desde el punto de vista térmico.

Problemas de los puentes térmicos
Son aquellos puntos de la fachada o cubierta donde el calor se transmite con mayor facilidad que al resto de la superficie. Esto puede deberse a que están hechos de un material más conductor o porque es un elemento que está en contacto tanto con el aire del exterior como con el aire del interior.
Aunque a priori pueda parecer que la superficie de estos elementos es muy pequeña en proporción al total de la vivienda, su efecto sobre la habitabilidad del interior puede ser enorme.
Te lo explicamos: Por un lado, estos elementos están transmitiendo el calor de nuestra casa a través de tu cuerpo. Se estima que entre un 5 y un 10% del calor se pierde a través de puentes térmicos.
Por otro y peor, estos elementos son más fríos que los que te rodean. La diferencia de temperatura entre los elementos que están en contacto produce condensaciones que pueden generar humedad. Estos producen olores, moho y otras patologías en el edificio. Una vez que tenemos estas cosas es muy difícil sacarlas del edificio. Veamos entonces cuáles son algunos de los aspectos a tener en cuenta para mejorar, sin grandes inversiones, el aislamiento térmico de nuestra casa:

1) En una casa, las pérdidas de calor ocurren a través de ventanas, puertas, pisos, paredes y techos. En el caso de ventanas y puertas que se abran al exterior, es muy importante comprobar que no existan fugas de energía y, si las hay, tomar las medidas pertinentes.
Las ventanas son uno de los puntos débiles de la casa. Para minimizar las fugas de calor o frío, es recomendable disponer de un sistema de doble acristalamiento y, si es posible, de una cámara de aire. También mejorará su capacidad de aislamiento térmico si cuentan con carpintería de calidad (PVC, por ejemplo) que evite la formación de puentes térmicos, además de contar con un vidrio específico para reducir pérdidas.

2) En verano es muy recomendable utilizar toldos y persianas para minimizar el calentamiento excesivo de la casa

3) En invierno, sin embargo, debemos aprovechar al máximo la luz del sol y dejarla entrar por el cristal de la ventana, dejando las cortinas abiertas.
Por último, es fundamental ventilar bien la casa tanto por la mañana como por la noche. 10 minutos son suficientes para renovar el aire de una habitación. Si pasamos demasiado tiempo podemos acumular un exceso de calor en verano o dejar entrar demasiado frío en invierno.
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